Lolo Merino | ENRIQUE FALCÓ - Blogs hoy.es >

Blogs

Enrique Falcó

ENRIQUE FALCÓ

Lolo Merino

 

EL LOTO AZUL se muestra ya como una sección consolidada en Don de LOCH LOMOND, y ya hay quienes me echan en cara esa especie de estima y cierto interés que muestro últimamente por hablar de los colaboradores de la sección en detrimento de otro tipo de temas. Ya en plan de cachondeo, aunque no sin cierto deje de mala leche, alguno que otro intenta sacarme los colores por aquello de que lo que busco es que me hagan el trabajo (por lo visto escribir mi presentación y editar el post no cuenta) y que esta sección no es más que un invento que pone de manifiesto mi falta de ideas (cosa que después de más de 100 Tribunas en HOY y alrededor de 300 post ya es querer poner en duda que la Tierra es redonda y da vueltas alrededor del Sol).

 

 Pero yo sigo en mis trece, y más contento y feliz que unas castañuelas, porque es una enorme satisfacción que personas a las que estimo y admiro de muchas maneras se presten a regalarme una parte de ellos para compartirla con ustedes, mis queridos y desocupados lectores. Son mis amigos de EL LOTO AZUL quienes sirven el mejor LOCH LOMOND en esta sección, para que todos aprendamos algo nuevo y conozcamos a quienes tienen tanto y tan bueno que ofrecernos.

El periodista extremeño Lolo Merino. Director y presentador de

Sin ir más lejos, hoy tiene a bien pasarse por aquí Lolo Merino, a quien la mayoría de ustedes conocerá, o al menos estará familiarizado con el sonido de su voz, ya que dirige y presenta Hoy por Hoy Extremadura, programa líder de la radio extremeña, y además es uno de los articulistas (mi favorito, y que no se me enfaden los demás) de la sección “Plaza Alta” en Diario HOY.

Nos conocimos personalmente en los estudios de Cadena Ser, en mayo de 2010. Yo ya lo conocía de oídas, y por supuesto de vista (Badajoz es muy chico). No hubo vuelta de hoja. Me cayó bien desde el primer saludo, y eso que apenas cruzamos unas pocas palabras. La Cadena Ser, muy generosamente me abría sus puertas y estábamos estudiando como encajar una colaboración en su programa. A los pocos días la dirección de HOY me encargó la creación de este blog, por lo que aquella colaboración quedó en el aire por falta material de tiempo, o como a mí me gusta más decir, suspendida en el espacio a la espera de ocasión más propicia, que seguro que la habrá.

 

Ustedes ya imaginarán, que aunque no soy periodista conozco a muchos de ellos, y ninguno no sólo no me ha hablado mal de Lolo Merino sino que no he encontrado a nadie que no me cuente cosas buenas de él.

 

Cuando uno lo escucha a través de las ondas percibe esa sensación de familiaridad que solo puede ofrecértela aquel que se siente como pez en el agua tras el micrófono. Leer sus columnas en HOY es una buena excusa para mantener una media sonrisa durante unos minutos.

Lolo Merino (Hoy por Hoy Extremadura. Cadena Ser)

Lolo Merino (Hoy por Hoy Extremadura. Cadena Ser)

Lo que más me gusta de sus columnas, además de que toca temas que me agradan especialmente (aquellos que se empeñan en aparcar en doble fila, las viejas fotografías de siempre, los ruidos de su amado Casco Antiguo…)  es su  maestría para mostrar al lector lo especial y mágico que ostentan aquellas cosas tan cotidianas que a algunos les parecen tan simples. Lolo Merino tiene buena memoria, como quien suscribe, y aunque él es algo más joven le gusta recordar tiempos pasados de Badajoz, honrar a camareros o personajes ilustres o añorar lo especiales que eran las viejas fotografías. Y sobre todo mostrar su debilidad por el Casco Antiguo de Badajoz, ciudad que ama y aprende a querer cada día un poco más.

Los que rondamos la treintena, más arriba o más abajo, nos sentimos muy identificados con sus historias, por lo que aprovecho públicamente para pedirle que cree cuanto antes un blog en el que ir almacenando sus columnas en HOY junto a post deliciosos como el que nos regala en esta ocasión, en el que nos presenta el comienzo de un buen día cual delicioso y enorme helado al que aún no te has atrevido a dar el primer mordisco.

Lo dicho, yo no soy periodista, pero sí hijo y nieto de ellos y sé de qué va esto. Por lo tanto puedo afirmar categóricamente que periodistas como Lolo Merino con cualidades como juventud, humildad, franqueza, esfuerzo y trabajo dignifican una profesión tan incomprendida como maravillosa. Añadiré que es del Barsa para que quede muestra pública de que algún fallo tenía que tener (bromilla de madridista envidiosillo).

Con todos ustedes Lolo Merino. Relájense y disfruten de su prosa, de su ciudad y de sus gentes.

 

 Badajoz está de puente

(Lolo Merino)

Badajoz está de puente. Se viste de fantasma. Suena a música de spaghetti western, a duelo al atardecer ante la ausencia de miradas. Aquí no hay forasteros ni pistolas. Sólo el pirulo arrastrando su carro. Su perro asido a una cuerda a modo de correa improvisada. 

Amanece y los primeros rayos de sol se reflejan en otro pirulo, no es tropical, es navideño, y cada noche atrae a la plaza de España a niños y mayores. Le rinden pleitesía como si de un tótem se tratara. Me hace gracia.

 

Badajoz está de puente

Badajoz está de puente

Camino de buena mañana hacia la radio. Sábado. Es temprano. Toca currar. Silencio y tras él, más silencio. Sigo mi camino. Hoy toca darle a la tecla para mi amigo Enrique Falcó. Me pide que colabore en este blog en el que son muchos los que aportan su poesía, su fotografía, su música, su crítica, su mirada a fin de cuentas. Estamos en tiempos de crear, soñar e imaginar. Es gratis. No cuesta nada. No hay excusas. No duele el bolsillo. Yo encantado.

Esta semana he estado escuchando en el MEIAC al escritor gallego Agustín Fernández Mallo. Nos lo ha traído el Aula de Poesía Enrique Díez Canedo. Gracias una vez más. Dice el autor que no le interesa la gente, sólo las personas. Ha creado la generación Nocilla, la poesía post poética, la obra fragmentada. La improvisación como timón de una nave que no sabe a dónde viaja. El lector sabe lo mismo que el autor a medida que avanza la novela. Me gusta. Me apasiona. Porque él busca y busca en este tiempo de perdidos. Ya sea por el paro, por la amnesia, por la falta de compromiso, lucha o revelación. Unos marchan atraídos por acueductos festivos, otros se quedan para buscar sin moverse de casa. De Gamoneda a Fernández Mallo, el Aula hace visible su amplitud de miras, no entiende de presupuestos ni enmiendas. Ellos siguen allí. Achótegui, Paulete, Enrique y Sáez no entienden de macro puentes. Están dispuestos a asistir al duelo del mediodía en un paisaje bañado de miradas ausentes.

 

Vengo de la presentación del Festival de Nimes, donde allá por el mes de enero, sonarán los cantes de la Kaita, el Madalena o Alejandro Vegas. No han estado en la rueda de prensa. Con los flamencos nunca se sabe. A lo mejor no se despertaron o quizá ni siquiera se acostaron. Es el peaje que hay que pagar por ese arte despeinado, canalla y valiente. Y hablando de música, de flamenco, de puentes y de ausencias, me quedo con las ganas de escuchar la batería del señor que firma este blog. Me lo repite mi compañero y amigo Luis Gonzalo (con el que me iría a cubrir una guerra si hiciera falta) “Qué bueno es este tío tocando la batería”. Algo había llegado ya a mis oídos. Mientras tanto, mis ojos ven como dos ancianos se toman la mano y se encaminan al Corte Inglés. Su hija los despide desde el balcón y les grita:

-“¡Qué guapos estáis los dos, adiós pareja!-.

Y ellos se pierden Ramón Albarrán abajo como dos novios primerizos. La mujer del balcón le grita al padre:

-“¡Cógela de la mano!”

Y entonces me detengo, la miro, pienso y me emociono. Y vuelvo a pensar en los que se reúnen en torno al cono navideño de San Juan. Me pregunto si esas parejas de hoy, se cogerán la mano mañana y sus hijos, ahora pequeñitos, les despedirán desde sus balcones recordándole a papá que le tome la mano a mamá. Y entonces pienso que con estos retazos de vida tan sencillos, merece la pena quedarse en casa en medio de un puente y de paso contarlo en este Loto Azul que me tiene entretenido esta fría mañana de sábado, preludio de acueducto festivo, anuncio de la importancia de aquellas pequeñas cosas que Serrat nos cantó un día en una sencilla canción para personas sencillas que calientan los ángulos de las Plazas de la Soledad y San Andrés, huyendo de sierras nevadas y playas mojadas.

Un placer amigo Enrique. Aquí me tienes. Buena semana.

Don de LOCH LOMOND

Sobre el autor


diciembre 2011
MTWTFSS
   1234
567891011
12131415161718
19202122232425
262728293031