Vanessa, fumas o vapeas?. Es la nueva pregunta que los médicos debemos incorporar a nuestro hábito clínico para conocer las costumbres de los pacientes respecto a consumo de sustancias nocivas y adictivas. La respuesta más saludable: ¡NI FUMO NI VAPEO!
La pregunta responde a una realidad, el aumento en el consumo de los cigarrillos electrónicos (eCigarro) que ya tratamos en el blog a principios de año, que se ha incrementado de forma tan importante que en las Unidades de Conductas Adictivas ya tratan casos de adicción a estos eCigarrillos, acompañado de la amenaza que representa el incremento publicitario sobre este producto en todos los medios: vallas publicitarias, centros comerciales, gasolineras, venta en internet…que basan su estrategia en el abordaje de la adicción al tabaco y en el éxito de su utilización.
Ya sabemos que cerca de un 20% de los fumadores han utilizado estos eCigarros y cerca de la mitad de los que tratan de dejar de fumar se han planteado utilizarlos. Por ello, los médicos lo debemos contemplar como una opción de “ayuda para dejar de fumar” aunque tenemos muchas incertidumbres sobre las ventajas de los eCigarros que es el tema sobre el que quiero reflexionar en el “blog de hoy”, contestando a la vez a todos los pacientes que me han preguntado/preguntarán sobre el uso de los eCigarros. La última en preguntarme ha sido Vanessa, mi hija mayor.
Lo primero que considero cuando un paciente me pide consejo sobre los eCigarro o me indica que ha vapeado, es que en realidad “está indicando” que necesita ayuda para dejar de fumar o está en ello, lo cual es una oportunidad importante de plantear una estrategia para tratar la adicción al tabaco.
Una cuestión fundamental en este tema es conocer el propio “eCigarro”, la mayoría de los cuales sabemos proceden de un único fabricante chino, sin que su fabricación y uso esté regulado por una administración sanitaria, también sabemos que existen problemas de ingeniería y calidad muy variable que no están resueltos. El hecho de que los eCigarros no estén regulados conlleva el riesgo de que el/los fabricantes futuros puedan modificar la tecnología y añadir/cambiar los aromas u otros sin que se comprueben sus efectos sobre la salud.
Los eCigarros nos plantean las siguientes cuestiones:
# El “vapor de agua inocuo” que proclaman en la publicidad, resulta que precisa del propilenglicol como vehículo vaporizado o añadido a la nicotina o a los agentes aromatizantes .
# Para producir vapor el liquido que contiene se debe calentar con un aparato conectado a una batería.
# Para salir en “aerosol” se acompaña de “partículas ultrafinas”.
# El contenido en nicotina de cada cartucho, unos 400 vaporeos o vapes, en primer lugar sólo representa un 20% de la nicotina de una calada de cigarrillo y adicionalmente la concordancia entre el contenido de nicotina que dicen y el real es muy variable, unas veces es más de lo marcado y otras menos, es decir, no facilita la dosificación ni el control por el usuario, como ocurre con otros productos que contienen nicotina (chicles, parches, …).
Por todo ello a los médicos y pacientes nos plantea dudas de seguridad sobre el uso crónico, respecto a los riesgos del propilenglicol, el vapor caliente o las partículas ultrafinas que, de momento, no han sido resueltos en estudios de seguimiento clínico. Las principales preocupaciones se centran en los posibles efectos sobre el sistema inmune, el aumento de las infecciones pulmonares y el posible efecto cancerígeno de los eCigarros.
Una preocupación añadida es la efectividad de estos eCigarros como tratamiento en la adicción al tabaco, por carecer de estudios comparativos con las estrategias habituales de deshabituación: el asesoramiento, el reemplazo de la nicotina, o el apoyo con bupropión o vareniciclina. No hay datos que nos confirmen si es más o menos efectivo como técnica de deshabituación al tabaco.
Un problema adicional es que en el actual uso de los eCigarros nos estamos encontrando con personas que lo utilizan junto al tabaco, en lugares que no se puede fumar (en el trabajo, en trasportes,…), aunque se está desarrollando la legislación para impedir el acceso con los eCigarros. En estos casos de uso combinado de tabaco y eCigarros tenemos los riesgos propios del hábito de fumar, un aumento en la exposición a la nicotina y la incertidumbre sobre los riesgos que hemos comentado en el vapeo.
En una Revisión en PAPPS de las Nuevas recomendaciones americanas (USPSTF) 2015 para intervenir sobre el consumo de tabaco y las enfermedades que causa, sobre los e-cigarros se indica “La evidencia actual es insuficiente para recomendar sistemas electrónicos de administración de nicotina para dejar de fumar en adultos (cigarrillos electrónicos), incluidas las mujeres embarazadas”.
A modo de resumen, lo que aconsejo respecto a los eCigarros:
“Si no eres fumador y no has empezado, no empieces”. Puede ser tan adictivo como el tabaco, el alcohol, el café o las bebidas energéticas y hay muchas dudas sobre los riesgos en salud, no disponemos de datos a largo plazo.
Si es fumador, la respuesta variará en función del uso que quiera aplicar
@ Si lo quiere usar como método para dejar de fumar, primero asesórese por un profesional cualificado y luego fije una fecha para también dejar el eCigarro, en un tiempo máximo de 4-6 semanas.
@ Si lo quiere utilizar como un método más saludable que el cigarro, no le podemos dar garantías de que es “inocuo” para su salud, posiblemente sea menos perjudicial que el cigarro tradicional.
@ Si lo que desea es utilizarlo de forma combinada con el cigarro normal, en lugares no permitidos, no se lo podemos aconsejar ya que sigue fumando (recuerde que el riesgo del tabaco comienza con el primer cigarro) y le ha añadido los riesgos comentados sobre el eCigarro.
Guía para dejar de fumar:
Webs de referencia en este tema:
Informe del Comité Nacional de prevención del tabaquismo
Recomendaciones del Grupo de PAPPS de la Semfyc
Nota de prensa de Separ (Sociedad española de Neumologia y Cirugia Torácica)
Información del blogs “Libre de humos”
Bibliografía reciente:
Centers for Disease Control and Prevention. About one in five U.S. adult cigarette smokers have tried an electronic cigarette. http://www.cdc.gov/media/releases/2013/p0228_electronic_cigarettes.htm
Franck C, et al. Electronic cigarettes in North America: history, use, and implications for smoking cessation. Circulation. 2014;129:1945-1952.
Grana R, Benowitz N, Glantz SA. E-cigarettes: a scientific review. Circulation. 2014;129:1972-1986.
Jennifer L. Reed, Alan A. Gervais, and Robert D. Reid. Things to Know About…: Electronic cigarettes CMAJ November 5, 2013 185:1427; published ahead of print September 23, 2013.
Revisión en PAPPS de las Nuevas recomendaciones americanas (USPSTF) 2015 para intervenir sobre el consumo de tabaco y las enfermedades que causa.
Potentially dangerous molecules detected in e-cigarette aerosols. By Scott Gilbert. December 2, 2015. Ver en PennState
Nota:
La palabra vapeo /vapear aún no está definida ni en la Real Academia de la lengua , tal vez deberiamos usar vaporizar (Del lat. vapor, -ōris, vapor). 1. tr. Convertir un líquido en vapor, por la acción del calor. U. t. c. prn