¿Conocemos los problemas que conlleva la menopausia? Solamente aquellas que la están pasando o la han pasado saben realmente lo que significa ese estado que la mayoría de mujeres, en mayor o menor intensidad, experimenta entre los 45 y los 55 años de edad.
En nuestro país, en los últimos años, la esperanza de vida de la mujer ha aumentado , siendo relativamente normal llegar a edades avanzadas. Más importante es intentar que la mayoría de los años que vivimos sean con unos niveles altos de salud y es la menopausia uno de esos estados que, no siendo una enfermedad, si puede hacer que la salud se resienta tanto cuando aparece como en los años posteriores.
La menopausia puede originar problemas muy variados, y como hemos dicho, puede contribuir a disminuir la calidad de vida de quienes la sufren. Los síntomas más frecuentes son conocidos: sofocos y calores nocturnos que pueden acompañarse de palpitaciones, dolor de cabeza, insomnio, vértigos… Estos problemas, que en sí no suponen un ataque grave a la salud, sí resultan muy molestos y pueden contribuir a disminuir el bienestar de las mujeres e incluso afectar a su salud psicológica. Por ejemplo, no descansar bien por sufrir durante la noche episodios de sudoración y malestar puede conllevar, entre otras cosas, una irritabilidad que puede afectar a la esfera familiar, laboral y social.
En todos los casos, lo más importante es la prevención, evitar que estos episodios se desencadenen o que, al menos, sucedan las menos veces posibles. ¿Cómo? Lo fundamental es transmitir la modificación del estilo de vida, por ejemplo abandonar el hábito de fumar, perder peso, seguir una alimentación saludable, hacer ejercicio físico con regularidad, dormir adecuadamente y disminuir el estrés.
Otro de los síntomas que afectan a la calidad de vida, menos conocido por afectar al plano más íntimo es la atrofia genitourinaria, en concreto de la vulva y la vagina, propia de los cambios hormonales que acompañan a la menopausia. En muchas ocasiones se manifiesta en forma de infecciones de orina, sequedad vaginal, molestias al orinar, escapes de orina y relaciones sexuales molestas o dolorosas. La suma de todos estos problemas se traduce en la disminución del deseo sexual, que puede afectar tanto a la salud psicológica de la mujer como a la vida de pareja. Para intentar solucionar esto último, además de los hábitos saludables de los que ya hemos hablado, existen varias opciones, entre ellas el uso de geles e hidratantes vaginales, para mejorar la lubrificación, o la inclusión de “juegos” en la práctica sexual.
Cuando el “deseo sexual hipoactivo” se prolonga en el tiempo, es necesario además vencer los problemas psicológicos que durante ese tiempo han ido calando en la pareja (ansiedad, miedo al dolor, al fracaso…). Para intentar evitarlos es recomendable la desgenitalización y descoitalización del acto sexual. ¿Qué significa esto? Comenzar con encuentros sexuales en los que tanto los genitales como el coito no sean el objetivo prioritario, estarán basados en masajes y caricias progresivas, primero extragenitales y posteriormente genitales, por etapas, consiguiendo eliminar así el dolor y la obligación de resultados, y aumentando las posibilidades de unas futuras relaciones sexuales completas y exitosas.
En cuanto a las infecciones urinarias se pueden tratar con los antibióticos adecuados y, si son muy frecuentes hacer con los mismos un tratamiento preventivo. Además, se ha demostrado que el consumo de arándanos reduce la adherencia de las bacterias en el tracto urinario y, por tanto, la frecuencia de estas infecciones.
Además de todo lo que ya hemos comentado, pasar una “mala menopausia” puede aumentar la gravedad de las enfermedades que se presentan con el paso de los años: obesidad, osteoporosis, enfermedades cardiovasculares, artritis, etc…
En resumen, podemos decir que aunque la menopausia suele venir acompañada de todos o algunos de estos problemas es posible prevenirlos e incluso tratarlos, no hay que dejarlos pasar ni resignarse, si no intentar controlarlos y, si no se puede, al menos disminuir el grado en que nos afecte. ¿Lo más importante? Los hábitos saludables, no fumar, perder peso, seguir la dieta mediterránea, evitar los factores desencadenantes del problema en cuestión, y si con esto no es suficiente, consultar a su Médico de Familia para que valore sus síntomas y las posibles opciones que haya para solucionarlos o, al menos, aliviarlos.
Más información en:
Fisterra Pacientes: Climaterio y Menopausia.
Instituto Bernabeu: cuidados en la menopausia
El Sexo después de la Menopausia (ABC.es)
Deseo Sexual en la Menopausia (Salud Euroresidentes)
Con la colaboración de Andrés Simón Fuentes, Residente de Medicina Familiar y Comunitaria del Centro de Salud de San Roque.