Los cambios en estilos de vida suman beneficios a nivel molecular.
Un reciente trabajo publicado en la revista “Circulation: Cardiovascular Genetics” (ver aquí, en inglés), pone de manifiesto los beneficios a nivel molecular de los cambios en los estilos de vida, si son mantenidos en el tiempo.
En otras entradas del blog (buscar “estilos de vida”) hemos destacado los beneficios de los cambios de estilos de vida saludables sobre las enfermedades cardiovasculares, relacionado fundamentalmente con los efectos que tienen sobre la función endotelial y la progresión de la arteriosclerosis.
También, por estudios conocemos los cambios a corto plazo de la dieta y el ejercicio sobre la expresión de los genes, pero hasta ahora no se había estudiado los cambios a nivel molecular de un programa de estilo de vida a largo plazo, en este caso durante un año.
En el estudio se comparaba dos grupos de individuos, con riesgo alto o con enfermedad cardiovascular, un grupo con un programa intensivo frente a un grupo control que recibía la atención estandar de sus médicos de atención primaria. El primer grupo, muy motivado y con un seguimiento cercano, realizaban una dieta intensiva (baja en grasa con menos del 10% de grasa saturada), hacían más ejercicio físico (180 minutos semanales de ejercicio aeróbico moderado) y se les mantenía en un programa de manejo del estrés (sesión de una hora diaria) con sesiones grupales de apoyo cada semana. Además, se les motivaba para tratar de disminuir el número de medicamentos que estaban tomando y evitar procedimientos invasivos, como un stent, angioplastia o un bypass coronario.
En el grupo de cambios de estilo de vida, los sujetos perdieron peso, redujeron su presión arterial y descendieron los niveles de lípidos en mayor proporción que el otro grupo de control.
Pero la medición principal del estudió fue comprobar cómo estas mejoras en las condiciones físicas repercutía sobre los genes. Mediante análisis de sangre tomaron muestras para aislar el ARN y analizar la actividad de hasta 22000 genes, mediante un chips de genoma humano GENECHIPS (Affymetrix) a los tres meses y al año de inicio del estudio. Durante el estudio, el número de genes que mostraron un cambio significativo en su expresión aumentó más de cinco veces desde la semana 12 hasta la semana 52. Muchos de estos genes (99) están implicados en la inflamación vascular, por lo que su disminución es una señal de que los cambios de estilo de vida mantenidos son beneficiosos en los marcadores de riesgo cardiovascular . En el otro grupo de estudio, se produjo menos cambios en el peso, la tensión arterial o los lípidos y en la expresión de los genes estudiados durante el año.
En resumen, en este estudio se refuerza que los cambios de estilo de vida son beneficiosos y deben ser mantenidos.
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