En otras entradas al blog hemos hablado de la importancia de una alimentación sana, y de los beneficios de la dieta Mediterránea (ver aquí).
En este sentido, recientemente se ha publicado un estudio sobre e los beneficios de algunos alimentos ricos en antioxidantes, llamados flavonas, flavonoides y antocianinas, que disminuyen la resistencia a la insulina, un mecanismo relacionado con la obesidad, el sedentarismo y la diabetes mellitus del adulto o tipo 2.
Dentro de los alimentos consumidos, durante el estudio, la principal fuente de flavonoides fue el té y de las antocianinas el 10% se obtuvo del consumo de uvas, peras, bayas (fresas, frambuesas, arándanos, y moras), o el vino, y con respecto a las flavonas el 10% se debió al consumo de naranjas, vino y pimientos.
No es necesario consumir grandes cantidades de estos productos, se trataría de incluirlos en la dieta normal, por ejemplo consumiendo diariamente 2 naranjas o incrementar la toma de uvas (78 gr), fresas (105 gr), frambuesa (90 gr), arándanos (21 gr) o moras (39 gr).
Además, destacan que las reducciones observadas en los niveles de insulina son parecidas a las alcanzadas con las modificaciones de otros factores relacionados con los estilos de vida, por ejemplo caminar una hora diaria, o hacer una dieta baja en grasas durante un año.
Son necesarios más estudios para confirmar estos beneficios, pero son buenas noticias relacionadas con “alimentos naturales, sanos” y para que nos alejemos de los productos industrializados o comidas preelaboradas, comida basura, que está demostrado favorecen la obesidad, como nos muestra un reciente reportaje de Docufilia.
Y en esta época de catarros y resfriados, si quieres aumentar las defensas de una forma natural necesitas incrementar la toma de alimentos ricos en vitaminas:
A: zanahorias, calabaza,
B: legumbre (guisantes, habas,…)
C: naranja, limón, piña, kiwi, pomelo, mandarina, etc… o verduras como la coliflor, repollo, lombarda, brócoli,… (éstas últimas ricas en flavonoides)
D: leche y derivados, salmón, pez espada, congrio,…
y E: frutos secos, como las nueces, almendras
O o elementos minerales como:
el hierro y el zinc presente en las legumbres, carne de ternera, moluscos (almejas, berberechos, mejillones…)
el manganeso de las almendras también favorece el sistema inmunitario.
Los fermentos lácteos son ricos en probióticos y bacterias que refuerzan la barrera de defensa de la mucosa intestinal, como ya comentamos en una entrada anterior del blog (ver aquí)
El ajo y la cebolla son ricas en sulfuros que favorecen la lucha frente a hongos, virus y bacterias.
Como podemos comprobar la mayoría pueden ser producidos en nuestros campos y huertas, los tenemos cerca de su origen, y eso también es saludable, además de favorecer la economía a nuestros agricultores.