La práctica habitual de ejercicio físico tiene demostrado muchos beneficios que ya hemos comentado en post anteriores (ver aquí). Aunque pocas veces se habla de ello también tiene asociados riesgos y daños que pueden ir desde trastornos leves físicos y/o psicológicos a la muerte súbita . Esto tiene que ver con algunas preguntas que me han hecho los lectores tras publicar el post sobre la frecuencia cardíaca (ver aquí).
¿Qué pasa si uno va a más pulsaciones de lo recomendable en cada caso?
Cuando se sobrepasan los límites máximos de la frecuencia cardíaca recomendada se produce una situación de SOBREESFUERZO/ESTRÉS para el organismo, pasando del uso de la energía (oxígeno y glucosa) en condiciones normales (consumo aeróbico) a una situación de empleo de energía en ausencia de oxígeno (consumo anaeróbico) lo que acarrea una serie de inconvenientes como:
Limitación para mantener el sobreesfuerzo en el tiempo (no más de 30-40 segundos).
Acumulación deácido láctico, provocando fatiga e incapacidad para el trabajo muscular.
Utilización de los depósitos de glucosa acelerando el agotamiento de la energía almacenada.
Todo ello conduce a la disminución del rendimiento deportivo, fatiga, alteraciones de la función metabólica, alteraciones por calor y los accidentes vasculares. Además aumenta el riesgo de lesiones musculares, tendinosas y óseas.
Los márgenes y los límites del ejercicio físico son modificables con el entrenamiento que también permite desarrollar mecanismos adaptativos para la reutilización del ácido láctico, retardando su acumulación y aumentando la tolerancia del ejercicio en condiciones extremas.
Mientras mantengamos las pulsaciones adecuadas (60-70% de la frecuencia cardíaca máxima en sujetos menos entrenados y de 75-85% en los más entrenados) los beneficios del ejercicio aumentan y se mantienen.
¿Es verdad que se pueden provocar daños irreparables en el corazón o sufrir un colapso si vamos a más pulsaciones de las recomendadas?
Extremar la intensidad y/o la duración del ejercicio sobrepasando los límites de nuestro organismo puede dar lugar a cambios, importantes a nivel cardíaco, de la composición de la sangre en la coagulación, de los sistemas de regulación de la temperatura corporal, sistema endocrino, metabolismo y otros (Ver tabla 1) que, pueden conducir a alteraciones del ritmo, aumento de la agregación de las plaquetas, aumento excesivo de la temperatura corporal que pueden estar asociado con un riesgo mayor de infarto de miocardio, insuficiencia renal aguda, cuadro de coagulación intravascular diseminada y muerte súbita durante el esfuerzo.
Tabla 1. Algunos efectos adversos del ejercicio físico intenso sobre algunos órganos y sistemas del cuerpo
Cardíaco |
Alteración del ritmo y bloqueos, hipertrofia de las paredes cardíacas, y alteraciones del electrocardiograma (QRS,…) |
Coagulación |
Aumento de glóbulos rojos y del recuento de plaquetas, aceleración de la agregación de plaquetas y alteración de otros factores de coagulación. |
Temperatura corporal |
Alteración de la regulación de la temperatura corporal con hipertermia. |
Sistema endocrino |
Incremento de catecolaminas, cortisol, prolactina y ACTH |
Sistema metabólico |
Disminución del colesterol y triglicéridos, elevación del ácido úrico, disminución del hierro,… |
No hay evidencias suficientes que aseguren con certeza que esto siempre sea así, ya que, hay otros factores que pueden intervenir en la aparición de un daño fatal como son la genética, el estado físico , ciertas enfermedades previas o presentes, un aclimatamiento deficiente, el grado de entrenamiento…
La realización de ejercicio intenso, prolongado y durante muchos años origina algunas adaptaciones a nivel cardíaco que conocemos como síndrome del corazón del atleta, que actualmente no se considera patológico. Algunos estudios sobre los riesgos de los ejercicios físicos intensos y prolongados durante 20 años o más, han sugerido la existencia de un mayor riesgo de arritmias entre deportistas sometidos a altos niveles de entrenamiento. Por una parte, según datos recientes de estudios experimentales con ratas (ver noticia aquí) estos cambios no serían irreversibles ya que con el cese del entrenamiento se produce una remisión de la anomalía cardíaca. Y muy recientemente una investigadora española ha publicado un estudio en el que demuestra que el ejercicio físico intenso supervisado es más beneficioso para la salud cardiovascular que el ejercicio moderado (ver noticia aquí).
¿Es aconsejable acudir al gimnasio o entrenar con un pulsómetro o una pulsera wearable?
El pulsómetro o bien una pulsera wearable es un instrumento que puede estar incorporado en la elíptica, en los móviles o iphone, smartphone,…para medir el pulso y otras muchas información, que se utiliza para controlar y monitorizar los latidos del corazón medir la intensidad del entrenamiento, el gasto calórico,…e incluso el descanso nocturno. Algunos llevan incorporado GPS lo que permite registrar el trayecto recorrido.
Estos aparatos tiene un origen médico y fue utilizado, en un principio, para monitorizar las constantes vitales de los enfermos de los hospitales. Fue introducido en los deportistas profesionales para entrenar de forma más científica y efectiva, mejorando los resultados deportivos.
Un mensaje, siempre “el peor riesgo relacionado con la actividad física es no practicarla”.
Como consejo final realiza una actividad física moderada de forma regular para obtener beneficios en tu salud sin riesgos.
Bibliografía: